Kiko acusa a Gianmarco de ser demagogo y victimista y comienza el enfrentamiento: "Estás muy crecidito"

El fuerte enfrentamiento entre Kiko y Gianmarco: "A mí no me grites, estate tranquilito"
  • Kiko asegura que Gianmarco está "haciendo el papelón" ante la final

  • El italiano acabó llorando desconsoladamente en su cama

Anabel despegó de una puerta el cartel de finalista de Gianmarco y lo sustituyó por uno suyo. El italiano se enfadó: "Esto es el no respeto por los compañeros". Y así empezó una discusión que acabaría con Gianmarco y Kiko enfrentados.

El cambio de cartel cabreó al italiano, pero no fue lo único. Los compañeros se encontraron un bastoncillo para el oído sucio y acusaron a Gianmarco de ser suyo. Se lo dijeron como una broma, pero él no lo vio así: "Os gusta hacerme enfadar", protestó.

El poco sentido del humor del participante hizo estallar a Kiko: "Victimismo conmigo no, se nota que está aquí la final y hay que hacer méritos". El italiano replicaba: "Me tenéis que mirar todo lo que yo hago con lupa". Y aquí empezó la pelea entre ambos.

Kiko seguía arremetiendo: "Tienes que hacer el papelón de enfadarte". Y el tono del concursante ha ido subiendo mientras Gianmarco intentaba, sin éxito, frenarle: "A mí tu no me gritas. Si gritas, grítale a otra persona. Te quedas tranquilito".

Finalmente, Kiko quitó el cartel que Anabel había pegado para contentar al italiano: "Lo quito porque te has molestado porque tienes quince años". Acto seguido, ha tirado el bastoncillo a la basura para zanjar la discusión, aunque ha seguido criticando a su compañero en la cocina: "Está tergiversando según qué situaciones para su beneficio".

El italiano escuchó las acusaciones y pidió a Kiko que "dejase de hablar de él", a lo que su contrincante respondía: "Estás muy crecidito".

Las amargas lágrimas de Gianmarco tras su encontronazo con Kiko: "No me lo esperaba después de todo lo que he hecho por él"

Horas más tarde, la pareja de Adara se derrumbaba en la cama y Anabel acudía a consolarle intentando que él y Kiko se reconciliasen: "Kiko cree que ha sido duro, jamás te hubiese atacado con intención". Y le acariciaba la cabeza para consolarle: "Venga mi vida, por favor, respira".

Pero el italiano no se dejaba fácilmente convencer: "Después de todo lo que yo he hecho por él no me esperaba estas palabras". La final está cerca, y los nervios a flor de piel. Seguro que este no será el último enfrentamiento que vivamos antes de poner punto y final al reality.