El fried chicken de siempre, más rico que nunca gracias a ‘Robin Food’
¿Qué necesitamos?
- 1 ramillete de tomillo fresco
- 1 ramillete de orégano
- 1 ramillete de estragón
- 4 contra muslos de pollo con piel, deshuesados
- 4 alas de pollo en dos
- 500 g de harina
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 1 cucharada de pimentón picante
- 1 cucharada de curry
- 1 cucharada de mostaza en polvo
- 1 cucharada de jengibre en polvo
- 50 ml. de leche
- 50 ml. de agua fría
- 200 g de pan rallado “panko”
¿Y después qué?
- Picar las hierbas aromáticas.
- Trocear cada muslo en 4 pedazos, sobre la tabla + salpimentarlo.
- Mezclar en un bol grande la harina + pimentones + curry + mostaza + jengibre + hierbas + salpimienta.
- Dividir la harina aromatizada en dos, colocando la otra mitad en un bol más pequeño.
- Al bol grande añadirle la leche + agua, remover hasta que quede una crema.
- Sumergir allá los pedazos de pollo, bien empapados.
- Dejarlos así en la nevera unas horas.
- Escurrir el pollo a una bandeja.
- Poner una sartén con aceite de oliva a fuego suave.
- Mezclar harina reservada + pan rallado.
- Pasar el pollo por el rebozo y freírlo en el aceite a fuego suave, durante 5 mn.
- Los últimos minutos subimos la intensidad para que cojan color dorado.
- Colocar el pollo en un cestillo con papel.
- Servir con kétchup.
- Y listo para chuparse los dedos.