Para conseguir la 'jefatura de la casa' solo había que ganar al conocidísimo 'juego de las sillas'.
Un miembro de cada pareja o trío ha sido el encargado de bailar alrededor de unos taburetes mientras la música sonaba. Tan pronto como la música dejaba de sonar, los concursantes debían sentarse y quien se quedara sin silla era eliminado. Así hasta el duelo final, en el que ganó Kiko Rivera.
Gracias a la habilidad de Kiko con el juego de las sillas, él y su pareja Irene, han conseguido la ansiada suite de la casa y los privilegios de ser inmunes (y por tanto no poder ser nominados), además del poder del intercambio.