'Callejeros Viajeros' se aventura a hacer la 'Ruta 66'

'Callejeros Viajeros' se aventura a hacer la 'Ruta 66'cincomas.com

Hemos viajado a los largo de cuatro mil kilómetros entre las ciudades de Chicago y Los Ángeles. Hemos atravesado siete Estados y durante treces días nos hemos alojado en auténticos hoteles y moteles que han hecho historia a lo largo de este recorrido. Un largo viaje en el que nos han acompañado las imágenes de la mítica película Easy Rider y la canción "Get your kicks", el genuino himno de la Ruta 66.

En la calle Adam de Chicago se encuentra la señal que marca el punto de partida de la mundialmente conocida como Ruta 66 o La Carretera Madre, como se le conoce cariñosamente en Estados Unidos. En Chicago, antes de empezar la Ruta, cumplimos con una vieja tradición, nos tomamos un trozo de tarta de chocolate en el bar Lou Mitchells, parada obligatoria para empezar con fuerzas el camino.

La Ruta 66 era la antigua Red de Carreteras que conectaba Chicago con Los Ángeles y atraviesa siete Estados: Illinois, Missouri, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. Durante la Gran Depresión del 29, muchas familias emigraron del Oeste hacia el Este, iban hacia Los Ángeles, para intentar prosperar ya que con la crisis, en las grandes ciudades como Chicago y Nueva York, muchas familias lo perdieron todo.

Una de nuestras primeras paradas en el camino es en Arcola, Illinois. Aquí conviven unas seiscientas familias en una Comunidad Amish. "No creemos en la electricidad, eso te aleja de Dios". Son cristianos y proceden de Suiza, aunque la mayoría vive ahora en Estados Unidos.

En Pontiac, Illinois, hacemos una parada obligatoria en el Museo de la Ruta 66 y aquí nos encontramos con los primeros y más auténticos representantes y protagonistas de la Ruta 66, los moteros.

En Saint Louis, el Cónsul Honorario de España, José Molina, nos enseña el Arco de Saint Louis, el monumento más reconocible de la ciudad. Es la tierra del músico Chuck Berry. Allí, visitamos un taller de reparación y venta de motos. Tienen motos clásicas y alguna de ellas se vende hasta por 50.000 dólares.

En el pueblo de Joplin (Missouri) conocemos la casa donde se escondieron Bonnie and Clyde, los ladrones y asesinos más famosos de la historia de Estados Unidos. "Dicen que Clyde era el más malo de los dos".

Antes de llegar a Tulsa (Oklahoma) y mientras viajamos en un nuestro coche nos sorprende una espectacular tormenta. En Tulsa, capital mundial del petróleo, nos explican que se trataba de un auténtico tornado y nos enseñan los efectos a su paso por la ciudad.

La siguiente etapa de la Ruta 66 nos lleva hasta Oklahoma City (Oklahoma), allí nos sorprende una gran manifestación, ante el Capitolio de la ciudad, donde la comunidad hispana protesta, indignada, contra la política de inmigración del estado: "queremos a Estados Unidos pero es una ley racista", nos explica la periodista Shirley Ribera, que además nos lleva a una tienda de armas, donde un cliente nos confiesa, "tengo muchas armas en mi casa para proteger a mi familia".

Y para comer de verdad en la Ruta 66 hay que llegar hasta Amarillo (Texas). Allí encontramos el Big Texan Ranch, el restaurante por excelencia de este gran viaje. "Si te comes un solomillo de dos kilos doscientos gramos en menos de una hora te sale gratis y el plato cuesta 72 dólares", nos explica un amable camarero.

Llegamos a Albuquerque (Nuevo México) y aquí conocemos a Leonardo, un cubano adicto a las motos. Él nos explica todo lo que hay que saber para hacer este viaje: qué moto es la adecuada para hacer la Ruta 66, cuánto cuesta alquilar una moto al día, qué debemos llevar y todo lo que tiene que ver con el mundo motero. "Esta es mi moto, mi amor".

En Williams (Arizona) conocemos el hotel más antiguo del Estado. "Todas son habitaciones temáticas". William es el pueblo más cercano al Gran Cañón, considerado una de las maravillas naturales del mundo, con una extensión de 446 kilómetros. "Es una maravilla, hay que venir a verlo".

Llegaos a este punto tomamos un desvío hacia Las Vegas, en Nevada. Las Vegas no está exactamente en la Ruta 66 pero todo el mundo se desvía allí porque está a tan sólo dos horas de Williams. Allí grabamos la boda de Lily y Coré, dos jóvenes catalanes que llevan ocho meses viviendo en Estados Unidos y que han decidido casarse muy cerca de donde se casó Elvis Presley. Él va disfrazado de Elvis y ella de los años 50. Se casan en la "Little Chapel" ante la mirada incrédula de la madre de Coré, Rosa, quien no sabía nada de boda y se enteró el mismo día de la celebración. "De verdad, estoy alucinando", dice Rosa. Por cierto, con ellos, una hora antes de la boda, vamos al supermercado a comprar el pastel de boda.

Y una vez cumplido el sueño de terminar el viaje de la Ruta 66 cumplimos también con la tradición de darnos un chapuzón en el mar.